El agua es un recurso esencial para la vida, la naturaleza y el bienestar humano, así como para la economía, la seguridad alimentaria y energética. Sin embargo, el cambio climático y una gestión insostenible están agravando la escasez, las sequías, las inundaciones y los incendios forestales, con graves consecuencias para la salud, la cohesión social y la competitividad europea. Ante este panorama, la Unión Europea considera prioritaria una Estrategia Europea de Resiliencia del Agua (2024–2029), que promueva una gestión sostenible, la innovación y el liderazgo global del sector europeo del agua, generando beneficios ambientales, económicos y geopolíticos. Esta estrategia busca adaptarse a las distintas realidades nacionales y reforzar la seguridad, sostenibilidad y preparación frente a crisis en toda la UE.
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